Un
gravísimo error que cometes con frecuencia como estudiante es acumular
el estudio para las momentos previos al examen, e incluso para la
víspera . Preparar intensivamente un examen a última hora , aunque
resulte tópico decirlo, provocará en ti un efecto contraproducente:
cansancio, fatiga intelectual y muy bajo rendimiento académico. El día
anterior, tu estudio debe ser más suave, sin intentar apurar robándole
horas a tu sueño. El día del examen deberás encontrarte en absoluta
plenitud de tus facultades.
En la propia situación del examen, hay algunas reglas que te pueden ayudar. Por ejemplo, responder a las preguntas por orden y no atascarte en la primera pregunta (en caso de duda, pasa a la siguiente). Respecto a los "nervios" que pueden asaltarte en esta situación, puedes poner en práctica tu propia versión abreviada y personal de técnicas de relajación, la que mejor te vaya, mientras reparten las hojas de examen o dictan los puntos.
En los exámenes, ejercicios y asignaciones es donde el estudiante debe demostrar los resultados de su estudio. Conviene conocer y seguir una serie de pautas cuando se va a realizar un examen o ejercicio. Resulta ventajoso que el estudiante conozca, según el tipo de profesor, la tipología de exámenes a los que debe enfrentarse: tipo de prueba (test), preguntas abiertas, exámenes orales, comentarios de texto, etc. En este sentido el personal docente de la escuela o colegio debe procurar ayudar al estudiante explicando qué tipo de examen será y cómo quieren que se presenten los trabajos. Pero qué duda cabe que el propio alumno debe preguntar y obtener esta información previa al estudio. Conocer la metodología de exámenes que utiliza su profesor favorece la planificación de la estrategia a seguír antes de empezár a estudiar o bien a preparar un trabajo. El autocontrol, la concentración previa, el aprovechamiento del tiempo y la correcta lectura de los enunciados son otros de los factores que influyen en el rendimiento del estudio y que el alumno debe procurar control.
En la propia situación del examen, hay algunas reglas que te pueden ayudar. Por ejemplo, responder a las preguntas por orden y no atascarte en la primera pregunta (en caso de duda, pasa a la siguiente). Respecto a los "nervios" que pueden asaltarte en esta situación, puedes poner en práctica tu propia versión abreviada y personal de técnicas de relajación, la que mejor te vaya, mientras reparten las hojas de examen o dictan los puntos.
En los exámenes, ejercicios y asignaciones es donde el estudiante debe demostrar los resultados de su estudio. Conviene conocer y seguir una serie de pautas cuando se va a realizar un examen o ejercicio. Resulta ventajoso que el estudiante conozca, según el tipo de profesor, la tipología de exámenes a los que debe enfrentarse: tipo de prueba (test), preguntas abiertas, exámenes orales, comentarios de texto, etc. En este sentido el personal docente de la escuela o colegio debe procurar ayudar al estudiante explicando qué tipo de examen será y cómo quieren que se presenten los trabajos. Pero qué duda cabe que el propio alumno debe preguntar y obtener esta información previa al estudio. Conocer la metodología de exámenes que utiliza su profesor favorece la planificación de la estrategia a seguír antes de empezár a estudiar o bien a preparar un trabajo. El autocontrol, la concentración previa, el aprovechamiento del tiempo y la correcta lectura de los enunciados son otros de los factores que influyen en el rendimiento del estudio y que el alumno debe procurar control.
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